Metodologías

La metodología en un centro escolar define – en gran parte – el estilo educativo del mismo. Es, como si dijéramos, el tipo de “energía” que decidimos utilizar para poner en marcha el “motor”, que es el Colegio.

En nuestro caso, no optamos por una sola corriente metodológica, sino que estudiamos, valoramos y nos formamos en todas aquellas que creemos que pueden aportar algo positivo a nuestro centro y a nuestros alumnos.

Inteligencias múltiples, aprendizaje significativo, neurociencia, aprendizaje por descubrimiento, relajación, estimulación temprana… son algunas de las fuentes pedagógicas que nos nutren como profesionales de la educación e nuestro día a día.

Saber trabajar en un entorno cooperativo es una de las habilidades que más se valoran hoy en día en muchos ámbitos. La interdependencia que las personas tenemos unas de otras hace que el aprendizaje cooperativo sea una herramienta metodológica imprescindible en nuestro Colegio.

Aunque muchos niños (y adultos) tienen más facilidad para desarrollar estas habilidades, no todos las tienen en el mismo nivel y por eso, es necesario que desde el Colegio les ayudemos a todos a potenciarlas al máximo.

Saber colaborar, aportar ideas, respetar las del otro, comprender que el éxito del grupo depende de todos, tener un estilo comunicativo asertivo… son algunas de las habilidades que queremos nuestros alumnos desarrollen.

Optar por una metodología basada en el aprendizaje cooperativo no significa que los niños estén trabajando continuamente en grupo. No se trata de dividir la clase en grupo y que los niños se repartan las tareas, las junten y presenten un trabajo.

Las agrupaciones pueden ser por parejas, por grupos de tres, cuatro o cinco personas… pero lo realmente importante, es tener claro las habilidades que tienen que desarrollar y plantearles situaciones en las que el trabajo que tienen que desarrollar sea verdaderamente interdependiente; situaciones en las que sólo tendrán éxito si TODOS participan activamente y realizan su tarea, y en las que la aportación de cada uno de ellos no suma, sino que multiplica los resultados.

En nuestro Proyecto Educativo se definen claramente las habilidades que nos gustaría haber ayudado a desarrollar a nuestros alumnos a lo largo de su paso por el Colegio.

Perseguimos que nuestros alumnos, en un futuro, sean miembros activos en la sociedad. A través del Aprendizaje Servicio pretendemos hacerles ver que nuestros actos pueden tener un beneficio para otras personas; que toda nuestra valía personal y nuestro conocimiento puede ser volcado en la sociedad para ayudar a otras personas o a nuestro entorno. Trabajar en beneficio propio además de ser necesario, reconforta; pero saber que nuestro trabajo tiene una repercusión positiva en los demás alimenta nuestra alma y nos motiva a seguir trabajando por un mundo más justo y solidario.

En no pocas ocasiones en los centros escolares se les plantea a los alumnos actividades descontextualizadas que poco tienen que ver con las situaciones que cotidianamente les rodean.

Cuando realizamos un Trabajo por Proyectos les planteamos un reto en el que deben emplear los conocimientos adquiridos para resolverlo. Tiene un valor muy importante ya que da sentido al aprendizaje que los alumnos han hecho; es decir, tratamos de hacerles ver la utilidad y aplicación de los aprendizajes realizados a una situación concreta. Es una manera de dar respuesta a esa pregunta tan común en las aulas: “y esto profe, ¿para qué sirve?”

Cuando los alumnos trabajan por proyectos han de desarrollar un plan, una estrategia a seguir, pensar cómo lo van a hacer; han de organizarse, distribuirse el trabajo, clarificar las funciones de cada uno de ellos… En definitiva, han de debatir cómo hacerlo, argumentar sus propuestas, convencer a sus compañeros de por qué es mejor una u otra… Todo un reto que les ayuda a desarrollar sus habilidades sociales y su capacidad para trabajar en equipo.

Revista anual FEFMONT

_

TU MOMENTO ES AHORA

¡DESPIERTA!

Solo llegando al corazón hacemos verdadera educación

Carolina Baron